La representación visual, ha recurrido por tradición a una cuadrícula virtual en la que todo queda nivelado horizontal y verticalmente. Esta regla se aplica rigurosa, tanto al contexto expositivo de la obra artística, como a su reproducción impresa o virtual. Las pinturas de mi proyecto evocan tangencialmente ese orden, al tiempo que violan y tuercen sus reglas, para crear una matriz flexible, que desborde sus límites físicos, filosóficos y le aproxime más a un circuito energético o a una red biológica. Reinvento el tema del paisaje, imbricando mi pintura en el estampado kitsch del tapizado de pared que le sirve de soporte. Aludo a una industria que cobró fuerzas en los Estados Unidos de 1930, como símbolo del sueño americano; con su correlato de comodidad y prosperidad, pero también del control que se ha ejercido sobre la mujer como género “destinado al entorno doméstico”, situación reactivada ahora durante el confinamiento de la pandemia. En una irónica y fantasiosa puesta en escena, mis paisajes se entrelazan con las flores planas del papel de pared, color que gana saturación y volumen, tallos que se sumergen en un agua vista desde adentro o personajes que citan tropos de la pintura romántica, en situaciones surrealistas. Todo ello sostenido por finas varillas de bambú cosidas y bordadas en zig-zag al soporte de vinilo, botones de hueso de búfalo clavados a la pared, insertados en cuatro ojales de esquinas de cada pieza de la instalación .“Vestir la pared, la casa, el Tipi” Un metafórico homenaje a la cultura aborigen de Norteamérica que lo ha utilizado material y espiritualmente en sus manualidades cotidianas, trascendiendo a la contemporaneidad y mejorando nuestras vidas en el planeta, a través de los siglos.

Natasha Perdomo

North Miami, May 2021